martes, 1 de septiembre de 2009

Los elotes del manco


Hace unos días OM fue a la Sierra a ver algunos asuntos pendientes en Texcatepec y de paso para darle un tour de reconocimiento de la zona a una chava de Cáritas Francia. Regresaron en medio de la neblina y con el estómago vacío, para llegar a casa con el entusiasmo de una cena que aún no podía terminarse. Pero bueno eso no es importante!! A lo que iba es que también regresaron con un costal de elotes recién cosechados de la milpa de Lucio Flores, de la Mirra, quien apenas en abril un cohetón de pólvora le arrancó el brazo derecho... El gesto en realidad nos pareció fantástico, propio de cualquier fábula de Esopo, o qué se yo. Aquel que sin su brazo derecho y con el dolor de la perdida física y de su adaptación a su nueva realidad sin brazo, sin su principal herramienta de trabajo y de sobrevivencia digna, nos regala un costal entero de elotes, que en la lógica indígena, el significado es profundísimo pues el maíz es el motor y centro de su vida. Así de estremecedora la escena.

Los elotes los he compartido, horneado, y comido, y están deliciosos, pero aún mejor es lo mucho que han nutrido nuestro ser, pues la enseñanza de los elotes jamás olvidaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario